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Durabilidad de las banderas
La durabilidad de una bandera como en cualquier otra pieza textil, depende del uso al que se le someta, así como las sesiones de mantenimiento y limpieza para prolongar su vida útil en las mejores condiciones durante el máximo tiempo posible.
Al contemplar la durabilidad de una bandera debemos tener en cuenta ineludiblemente las condiciones meteorológicas a las que estará expuesta, pues en promedio una bandera se pasa ondeando unas doce horas al día como mínimo y las corrientes de viento provocan un desgaste continuo que determinan su tiempo de vida útil.
Duración de una bandera por viento
La duración de una bandera por viento podemos clasificarla en tres grupos que abarcan la duración corta, media y alta como se expone a continuación:
- Corta duración (2-3 meses) Más de 20km/h
- Duración media (3-4 meses) Entre 15-20 km/h
- Larga duración ( 4-6 meses) Hasta 15 km/h
Como se puede apreciar en la tabla, cuanto mayor es la velocidad del viento, menor es el tiempo de vida útil de la bandera, no obstante, existen ciertos cuidados y recomendaciones básicas de mantenimiento que al margen de las inclemencias del tiempo, permiten prolongar la durabilidad al máximo de sus posibilidades.
Mantenimiento de una bandera, cuidados básicos
El correcto mantenimiento de una bandera comienza en la colocación de la misma. Aunque todas las banderas son colocadas en un mástil, es importante procurar que ésta sea una colocación limpia y que no choque con otros elementos comunes de la vía pública, como farolas, postes, árboles o fachadas de edificios, pues el roce continuo sumado a la fuerza ejercida por el viento aceleraría el proceso de desgaste.
Revisar los dobladillos y bordes es otra tarea básica en el cuidado y mantenimiento de una bandera, pues la mayoría de roturas y descosidos se producen en estas zonas como consecuencia del deshilachado. Si se detectan a tiempo los hilos sueltos y pequeños descosidos para repararlos antes de que desgarren el tejido, conseguiremos incrementar también el tiempo de vida útil de la bandera y su resistencia al desgaste natural.
El lavado de la bandera
El lavado constituye el proceso más importante en el mantenimiento de banderas, pues el uso de la temperatura incorrecta o el empleo de detergentes abrasivos podría deteriorar el tejido y colores de la pieza afectando a su diseño y por consiguiente a su funcionalidad.
Antes de proceder al lavado, es indispensable retirar cuidadosamente todos los elementos de anclaje como anillas, cuerdas y grilletes. Las banderas están preparadas para ser lavadas en la lavadoras a temperatura que oscilan entre los 40 y 60 grados, no obstante, hay que revisar el etiquetado y recomendaciones del fabricante por si se aconseja un procedimiento diferente. Utilizar un buen detergente para tejidos de color marcará la diferencia en el resultado.
El planchado de la bandera
El planchado de una bandera tampoco difiere en esencia del tratamiento de otras prendas textiles y en este punto, la recomendación estándar es planchar la bandera a baja temperatura colocando un paño encima para proteger el tejido del calor, puesto que la mayoría de banderas están confeccionadas a base de poliéster que es un material susceptible a las quemaduras.